Las mujeres deben de ser carnívoras.
Los hombres y las mujeres no solo tienen lógicas diferentes, también se diferencian por tener diferentes los órganos como: el cerebro, corazón, vasos sanguíneos, hígado, etc. Ambos trabajan y se enferman de formas diferentes. En general, nosotros somos completamente diferentes. Y por esta razón, incluso al estar sentada junto a un hombre en una misma mesa, la mujer debe de alimentarse de manera algo diferente.
A menudo a las mujeres se les recomienda comer sobre todo frutas, verduras, leguminosas, productos de grano entero, y asimismo pescados y aves. Como se demuestra en serias investigaciones, con este tipo de alimentación, la mortalidad de ellas es menor que de las aficionadas de la denominada "dieta occcidental". Estas últimas, generalmente se alimentan de carnes procesadas (productos semielaborados, salchichas, hot dogs), patatas fritas a la francesa, productos de harina molida finamente y dulces. Entre estas últimas, el indicador común de mortalidad es superior en el 17%, y la mortalidad, por enfermedades del corazón y de los vasos, en el 28%. Nadie discute que la "dieta occidental" es peor, no obstante la alternativa que propone poco tiene en consideración las particularidades del organismo femenino y sus necesidades alimenticias en las diferentes etapas de la vida. ¿No lo cree?.
La lucha por el metal
Se dice que las mujeres más fácilmente gastan el metal despreciable, porque la pasión por las compras las llevan en la sangre. Puede ser que esto sea así, pero se sabe a ciencia cierta que ellas, más fácilmente que los hombres, se deshacen del otro metal, que también las llevan en la sangre, del hierro. El embarazo, la lactancia y, lo de mayor importancia, los días críticos causan serios daños a sus reservas de este metal. Resultados: bajo contenido de hemoglobina (el hierro, es su componente principal),
3 vitaminas femeninas conjuntas se encuentran solo en la carne y en el hígado.
anemia, infuciencia de oxigeno en todo el organismo, debilidad y bajo tono vital, como se dice ahora, o clorosis (calentura blanca), como se decía antes.
Durante los días sangrientos críticos, las perdidas del hierro pueden ser tan grandes que solo con la alimentación no se puede compensar, y especialmente con la alimentación recomendada arriba. Pero incluso cuando todo no es tan crítico, las mujeres, a diferencia de los hombres, necesitan del hierro adicional. Y para esto, es necesario ser carnívoras. Las famosas manzanas, que algunos curanderos aconsejan introducir clavos en las mismas para saturarlas del metal, ni el alforfón no ayudarán en nada, debido a que el hierro se absorve bién solo de productos animales como la carne y especialmente el hígado.¿Y porqué?. Porque estos productos contienen el hierro de la misma forma que se encuentra en nuestro organismo, es decir en forma de hemo, que forma parte de la hemoglobina. Por esta razón, la mujer no debe de compartir su porción de filete de carne (steak) con su hombre amado. Por su puesto que la carne debe de contener poca grasa, no debe de ingresar al organismo en forma de salchichas ni de productos semielaborados (solo se admiten las croquetas preparadas en el hogar) y debe de ir acompañada de la guarnición (aderezo) de verduras y no de patatas ni de cereales (granos).
Todo esto es de vital importancia no solo para la mujer, sino y además para sus hijos futuros. Si el organismo de la madre contiene poco hierro, este tampoco le alcanzará al niño. Y obviamente no solo el hierro.
Durante la concepción y en los primeros dos meses del embarazo, el organismo de la madre debe de сontener la suficiente cantidad de folato (ácido fólico). Esta vitamina obstaculiza el desarrollo de las lesiones congénitas. En Estados Unidos, con esta vitamina incluso se enriquecen muchos productos. Esta vitamina se encuentra más en el hígado, la carne y en las hortalizas de ojas verdes, que fue donde por primera vez se descubrio el ácido fólico (al respecto, a propósito, lo dice su mismo nombre - hoja en latín significa "folium"). El folato le ayudará al niño y a los vasos de la madre, les protegerá del desarrollo de la atereosclerosis. De modo que la col, la lechuga y las verduras son obligatorias para la dieta femenina.
(....continúa)
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