Que las bacterias sean capaces de intercambiar información, a través de moléculas especiales de señalización, se sabe desde hace tiempo. Pero si existe la información, entonces debe de existir la manera de interceptarla. Y fue así como exáctamente pensaron los científicos de las universidades de Cranfield y Kent (Gran Bretaña), que decidieron efectuar las pruebas. La idea era superficial, es decir que la mayoría de las bacterias al no recibir, por decir, la señal "atacamos", en el medio afectado no atacarían el organismo, quedando este último ileso (sano).
La idea dió resultado. Los polímeros creados de forma especial atraían hacia si mismos las moléculas de señalización de las bacterias Vibrio fischeri (con las que se efectuaban los experimentos), y las demás permanecían pasivas. De esta manera, se apertura una nueva dirección en la farmaceutica, porque a diferencia de los antibióticos, los polímeros, que interceptan las señales, no atacan, lo que significa que las bacterias no pueden ser estables con los polímeros.
* * *Adaptado y publicado por Mauritz.
Fuente: Internet
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